Whillans, Plataforma Helada de Ross, Antártida.
El lunes 28 de enero de 2023 logré, por fin, volar al campamento Willians. Como ahora teníamos que hacer en 5 días el trabajo que se había programado para 21 días, ese mismo día instalamos estaciones a unos 15 km de distancia del campamento. Empacamos la comida y combustible, y el día siguiente Grace Barcheck, Matt Siegfried y yo viajamos en moto trineo a más de 100 km de distancia a instalar la red de estaciones sismológicas y a darle mantenimiento a la red de GPS. Luego de 5 días de trabajo intenso, en días laborales de 18 horas, regresamos al campamento Whillans (otras 10 horas volando c… sentado y conduciendo el moto trineo). Pasamos 2 noches más en el campamento Whillans y el 4 de febrero regresamos a McMurdo.
Durante el tiempo en el campamento de Whillans y durante los días en el interior, traté de mantener activa la escritura en la bitácora, para compartirla una vez que regresara a McMurdo y tuviera nuevamente acceso a internet. En ese período del 28 de enero al 2 de febrero, mis amigos de Facebook™ siguieron escribiendo y enviando “buenas vibras” para el éxito de la expedición.
Los siguientes son mensajes compartidos por los seguidores de la bitácora durante el periodo que no pude compartir nada. Luego continúa la bitácora, la cual compartí en segmentos posterior a mi retorno a McMurdo.
Jimmy Villavicencio:
Qué bueno que pudo ir, pero hacen falta las bitácoras. No, de verdad excelente...
Leslie Kahn Logan:
I still have to Google translate the amazing Antarctic diary my friend Marino Protti has been posting on FB (it is in Spanish as he is from Costa Rica, although we met in California and went out to sea together in the Pacific!) and read everything he has been up to down there, but for now, this post is dedicated to him. Fond wishes for successful field work down in Antarctica, Marino, from the other side of the planet 😉

Sandra Solis Umaña:
ADELANTE, A CUMPLIR LA MISIÓN, DIOS LOS GUÍA!
Maria A. Protti Q:
Esperemos pronto volver a leerle.
Maria A. Protti Q:
En la página https://web.archive.org/web/20200923165556/http://wissard.org/about pueden observar el avance del proyecto de investigación en el lago subglacial Whillans: perforación e instalación de estaciones sismológicas. Ellos se comunican por radio con la estación científica en McMurdo y han avisado que están bien. Marino Protti llegó bien y de fijo debe estar breteando montones allí.[1] Al regreso a McMurdo nos pondrá al tanto. Y mientras, como dice él, PAZ.
Maria A. Protti Q:
Luego de 10 años de planificación y preparación, el proyecto WISSARD ha sido un éxito. Esperemos que pronto el equipo pueda regresar sano y salvo a la base de McMurdo y que muestren al mundo los hallazgos científicos encontrados en el lago subglacial Whillans y las zonas de subducción. FELICITACIONES.
Maria A. Protti Q:
En el campamento WISSARD en Whillans se está alistando el equipo y el personal para regresar a la base de McMurdo. Deben salir pronto, antes que inicie el oscuro invierno austral. Llevan especialmente los resultados de las exitosas investigaciones. Buen regreso y esperamos pronto oír noticias.
Acotaciónes:
WISSARD Update from the Wissard webpage:
February 1st, 2013.
A decade of international and national planning, and three and a half years of project preparation came down to an intense period of drilling and science at Subglacial Lake Whillans. We were able to address almost all of our science goals for the season. The data and samples collected have provided us with a glimpse of the Antarctic subglacial world. We have no doubts that our results will transform the way we view Antarctica and pave the way for future national and international subglacial research efforts. The extraordinary success of our first WISSARD field season would not have been possible without the expertise and dedication of the WISSARD traverse team who hauled our fuel, drill, labs and camp facilities more than 700 miles to the SLW camp site, the SPOT 2 traverse for preparing the skiway and winter storage berms, an incredible group of drillers who worked around the clock to ensure that we had a conduit to the lake and hot water for showers, our two incredibly helpful marine techs who significantly aided science outcomes by directing and assisting all scientific deck and winch operations, and ASC camp staff for providing us with positive vibes, airlift coordination and excellent food during our hectic round-the-clock schedule. We have greatly benefitted from the experience of our foreign research collaborators who participated on the science team. The undergraduate and graduate students learned what it was like to do cutting-edge interdisciplinary science and worked feverishly to process the samples as they came out of the borehole. Finally, WISSARD outreach personnel used our drilling and research efforts to touch the lives (both young and old) of people throughout the world and inspire the next generation of polar scientists.
Más información en: https://www.nsf.gov/news/news_summ.jsp?cntn_id=126697
Olga Arce Rodríguez:
Hola Marino es un gusto saludarte. Te mando mis felicitaciones y mi cariño. Un abrazote.
28 de enero del 2013. Día 22 en Antártida.
Whillans, Plataforma Helada de Ross, Antártida.
Whillans, Plataforma Helada de Ross (temperatura: ¡no tengo idea!).
Lunes 28 de enero del 2013, 2:20 p. m. (hora local).
Salí del laboratorio Crary, en McMurdo, a las 7:20 a. m., con una sonrisa de oreja a oreja, pero siempre pensando en la posibilidad de que nos devolvieran (aquí le dicen boomerang) porque las condiciones del tiempo cambian. Seguía un poco oscuro, pero la visibilidad era todavía buena para despegar y aterrizar inmediatamente si fuera necesario. Antes de las 7:30 a. m. estaba haciendo fila en la parada de buses. Llegó uno de los microbuses, 12 persones saltaron a él como para dejar un mensaje (quiero irme); se llenó y se fue. Quedamos 6 personas; todos WISSARDS. Nerviosos, esperábamos a que llegara otro microbús por nosotros. Teníamos todavía el temor de que nos dejaran ahí, pero no tardó mucho en llegar. Fue mejor porque en este íbamos más cómodos. De camino sonó el radio de comunicación del microbús; nos quedamos helados (¡sorpresa, es Antártida!) pensando que ese iba a ser el mensaje de boomerang. No, era otro asunto. ¡Qué salvada! No estábamos a salvo aún.
Cuando llegamos al aeropuerto Pegasus, la conductora se detuvo. Otro susto, nos van a devolver (¡qué congoja!). Pero no, la conductora solo quería mostrarnos un solitario pingüino emperador que ha estado ahí por varios días cambiando su plumaje. Nos bajamos y tomamos fotos. Era mi primer emperador. Continuamos hacia Pegasus y ahí nos dejó el microbús, justo al frente del avión. Esperamos como una hora hasta que terminaron de meter toda la carga que iba para el campamento WISSARD (muestreadores, pequeños vehículos sumergibles a control remoto para bajar en el pozo, comida, baterías, cables y otras cosas más que habían pedido). Mientras esperábamos, comenzó a nevar y era evidente la cara de tristeza en todos nosotros. Aun así, nos llamaron a abordar y no lo podíamos creer, el avión encendió los motores y despegó. La nave era un DC-3, construido en 1943 (del mismo tipo que usaron en el ataque a Normandía). El motor lo habían puesto nuevo hace 5 años por lo que estaba en buena forma.
El vuelo fue tranquilo; fueron 3 horas y dormí casi todo el tiempo. Cuando desperté fui a la parte de atrás a hablar con un miembro de la tripulación. La compañía que opera este avión (KBA) es canadiense y es la misma compañía que operaba el avión que cayó la semana pasada. A pesar de que el tipo con el que hablaba era también canadiense, no quise traer a la conversación el tema del accidente. De pronto sonó el timbre interno anunciando que iniciábamos el descenso. Volábamos sobre una planicie blanca, blanca, blanca e inmensa; a la distancia se comenzaba a divisar el campamento WISSARD. Volamos bajo, directamente sobre el campamento, como saludando, y según lo que había yo escuchado, el lugar de aterrizaje estaba como a una hora del campamento. Sin embargo, el avión dio una vuelta y aterrizó justo en el campamento. Me bajé del avión y a los 40 m estaba el comedor del campamento. Lo que había pasado es que los aviones Hercules 130 son los que aterrizan lejos del campamento. Los Basler (DC-3) y Twin Otters aterrizan justo en el campamento. Todo el mundo nos esperaba y de verdad nos sentimos bienvenidos. Había alegría en todas las caras no solo por nosotros (o quizás no porque nosotros habíamos llegado) sino porque la perforación y penetración del lago había sido un éxito.
Se perforaron 801 m de hielo y se llegó al lago, que se creía tenía 10 m de espesor y resultó ser de solo 1.6 m de profundidad. Agua muy sucia con mucho limo y arcillas en suspensión y un olor sulfuroso. Se habían ya analizado algunas muestras al microscopio, pero no se aún si hay alguna interpretación al respecto.
En la tienda-comedor, de unos 5 m de ancho y unos 20 de largo, se nos dio una introducción a la vida en el campamento, que incluyó horas de comidas, donde están los baños (out houses), la “Ciudad de las Tiendas” con 40 tiendas de campaña (una para cada persona) y sobre las normas de comportamiento para que la vida sea agradable aquí. Esta tienda es donde toda la gente se reúne y viene a trabajar con sus computadoras. La cortesía es que a la hora de las comidas, hay que recoger todo de las mesas para que haya espacio para comer.

Foto 4.1. Pingüino emperador solitario en el aeropuerto Pegasus de la Antártida. Fuente: foto del autor.
Ana Victoria Herrera Morera:
Bienvenido Marino, qué dicha que todo ha salido muy bien. ¡Qué experiencia, qué pingüino y qué bueno que pronto regresas a tu país, casa, y UNA! ¡De verdad qué bendición que hayas vivido esta experiencia profesional, de vida y un éxito más y mucha información para bien de la humanidad!
Zhandra Tika:
Wooow!! Qué belleza de fotos!
Martha Eugenia Araya Vargas:
Qué bueno volver a recibir tan buenos comentarios.
Sandra Poveda Yock:
Ya me hacían falta sus noticias, éxitos en lo que falta.
Nancy Arias:
¡¡¡Me encanta!!! Suerte.

Foto 4.2. Avión Basler DC-3 en el que volamos de Pegasus, cerca de McMurdo, al campamento Whillans, a 500 km del Polo Sur. Fuente: cámara del autor, persona fotógrafa anónima.
Gerardo Mondragón-barahona:
Esta foto es para la oficina del OVSICORI, valioso tributo a la perseverancia en la investigación científica.
Martha Eugenia Araya Vargas:
Linda foto!!!

Foto 4.3. Vista aérea del campamento Whillans, en el interior de la Plataforma Helada de Ross. Fuente: foto del autor.

Foto 4.4. “Ciudad de la Tiendas” en el campamento Whillans. Fuente: foto del autor.

Foto 4.5. Nuestra bienvenida al campamento Whillans. En primer plano me saluda el colega italiano Carlo Barbante. Fuente: foto del autor.

Foto 4.6. Comedor (y salón comunal) en el campamento Whillans. Fuente: foto del autor.

Foto 4.7. Sitio y equipo de perforación con agua caliente en el glaciar de Whillans. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Monica Gamboa:
Qué envidia de la buena!!! Un emperador!!!!!!
Anónimo No. 13:
Qué lindo, dichoso. Bendiciones.
Shirley Morales:
Qué hermoso pingüino emperador!! Qué emoción más grande, Don Marino... Ya en el campamento... Bendiciones para todos allá y que La Paz de nuestro creador sean con ustedes.
Xinia Carrillo Sanchez:
Ahhhh me da algo ver esa belleza de emperador... Pero me alegra más que ya este ahí. Éxitos.
Irene Gonzalez Fournier:
La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede. Aldous Huxley (1894-1963) Novelista.
Irene Gonzalez Fournier:
Gracias Marino porque tu experiencia la has compartido y con tus relatos nos has ilustrado y despertado el interés y curiosidad por saber más sobre las actividades científicas actuales.
Jaime Sibaja Segura:
Buenísimo... Saludos a la distancia y éxitos.
Maria A. Protti Q:
De regreso en McMurdo, qué bien. Abrazos.
Virgilio Sanchez Romero:
Excelente, qué bien. Felicitaciones.
Federico Chavarría-Kopper:
Llegaste Marino¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!!! Y un montón más que te seguimos por tus narraciones...
Gerardo Mondragón-barahona:
Gracias Marino, estaban ansiosos de tener noticias tuyas... Me alegró que volvieran las bitácoras. Mil bendiciones y suerte en su regreso a Tiquicia.
María Sibaja Protti:
Qué bueno saber de vos y de que regresaste bien. Nos hiciste falta... Felicidades por el éxito del grupo y a contar más...
Zhandra Tika:
Bienvenido! Excelentes fotografías
Ester Mora Rodríguez:
Bellísimas las fotos y solo pienso que dichoso vos que pudiste ver por tus propios ojos todo lo que luego nos trasmites y así poder apreciar la grandeza de Dios en este mundo por todo lado… Suerte en todo por allá.
Joaquín Salazar:
Qué alegría que hayas llegado al campamento. Qué bien los aviones DC3, son del mismo tipo que utilizaba Lacsa para aterrizar en pistas pequeñas como Golfito, Limón y otros en los 60s y 70s.
Juan Gilberto Duarte Quirós:
Don Marino, un saludo cordial desde el SINAC-Bagaces. [Felicidades ] por esa gran labor desplegada con temperaturas bajas.
Anónimo No. 7:
Emocionante, como siempre. Bendito Dios, ¡qué maravilla! Qué bueno tenerte de vuelta en FB... P. S.: Me encantó el pingüino.
Arribadas Ostional Guanacaste Costa Rica:
Llegaste!!
Douglas Garcia:
Marinito, tienes futuro como escritor de exploraciones polares. Sos el verdadero Shackleton de Centroamérica! Nos estás dando emoción, aventura, investigación y hasta un Emperador sin Ropas. Abrazos!
Alexandra Mora Morales:
Don Marino, nos alegramos mucho de que pudo completar su increíble experiencia. Extrañamos sus narraciones y hasta el friito que nos transmitía en sus fotografías. Dios lo siga protegiendo.
Anónimo No. 18:
Hola hola, felicidades por todo lo que hiciste. Me gustaría ver la foto del pingüino, por favor.
Martha Eugenia Araya Vargas:
Super lindas fotos, me encanta el pingüino. Un abrazo.
María Esther Martínez:
Qué gran experiencia, Marino, felicidades, como de película. Excelentes fotos. Saludes, un abrazo!!
Bayo Eduardo G S:
INICIAMOS SEMANA, E INICIAMOS MÁS CAPÍTULOS DE LA INCRÍBLE ESTADÍA DE NUESTRO AMIGO Y CIENTÍFICO HEREDIANO, MARINO PROTTI, EXCELENTE NARRATIVA, PERO MEJOR AÚN LA PUESTA EN NUESTRAS MENTES DE ESAS ESCENAS. GRACIAS POR COMPARTIRLAS Y HACERNOS ASIDUOS ESPECTADORES DE LA ESTADÍA TUYA EN LA ANTÁRTIDA. QUÉ BUENA NOTA. Y QUE TODO SIGA EN ESA BUENA PAZ.
Meilyn SeguraVásquez:
Ah... qué belleza!!! Saludos y muchos éxitos en todo el proyecto.
Olman Jose Cordero:
Cuídese mucho Marino y que Dios lo acompañe.
Erika Patricia Cabezas Ramos:
Era cuestión de tiempo... Y este llegó. Me alegro por ti, ya extrañaba tu bitácora, recuerda que eso es lo más cerca que estaré de Antártida. Ah, gracias por las fotos, me he quedado con algunas realmente hermosas!!!
Ivonne Carballo Alcedo:
Me enamoré del pingüino!!! Qué bueno volver a leer tus bitácoras. Saludos.
Alfredo Conejo:
Excelente tener de nuevo noticias!!!!
Haydee Ordoñez Ruiz:
Qué increíble experiencia. Espero disfrute mucho y estamos con usted con las mejores vibras. Síganos deleitando con sus bitácoras que esperamos cada día, ya nos hacían falta. Se me ocurre que a su regreso a Costa Rica y abusando de su confianza pudiera dar una charla de la cotidianidad de la vida ahí y de su trabajo. Saludes.
Ana Jimenez:
Qué bueno saber que llegaron y volvieron bien, gracias a Dios. Wow que chiva!!!! Todos hemos estado esperando su regreso, de verdad que estamos viviendo esta gran aventura con ud, que nos llena de orgullo!!!!
Anónimo No. 19:
Joder este Marino se las trae, qué tío. Saludes a la distancia Fede, un abrazo desde Barcelona.
28 de enero del 2013. Día 22 en Antártida (continuación).
Whillans (-12 °C).
Lunes 28 de enero, 8:10 p. m. (hora local).
Después de la instrucción tomé café e inmediatamente nos fuimos a cargar las cosas en los trineos para ir a instalar 3 estaciones sismológicas a unos 15 km del campamento. Matt Siegfried, Grace Barcheck y Dan tenían todo ya empacado en dos trineos que remolcaríamos con dos moto trineos. Llevamos otro más porque yo iba en uno jalando un trineo, Grace Barcheck en otro jalando el otro trineo y Dan con Marci Beitch en el otro moto trineo. En menos de 4 horas construimos e instalamos tres estaciones sismológicas en un triángulo con un área bajo la cual existe una colina a 800 m debajo del hielo. Esta colina podría estar actuando como una aspereza a lo largo de la cual el acoplamiento podría producir sismos.
Regresamos justo a tiempo para cenar. Ahora tenemos que preparar todo porque mañana nos vamos por 4 días para una región a 110 km de aquí donde el glaciar deja de cabalgar sobre roca y entra al mar (grounding line).
Paz, Marino.

Foto 4.8. Instalación de una estación sismológica sobre el glaciar de Whillans en la Plataforma Helada de Ross. En la foto (de izquierda a derecha), Marci Beitch excavando el hueco para el sismómetro, Grace Barcheck (hincada) programando el digitalizador y Dan Sampson de pie. Fuente: foto del autor.

Foto 4.9. Estación sismológica ya instalada. De izquierda a derecha, Marci Beitch, Daniel Sampson y Grace Barcheck. El mástil sostiene tres paneles solares verticales y orientados de tal forma que, durante el verano austral, la estación siempre recibe energía. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Familia Villalobos Rosales:
Excelente don Marino Protti. Un excelente equipo de trabajo.
Gabriela Hernández:
Sin palabras, don Marino. Qué maravilloso trabajo hace usted, qué orgullo sentimos por acá, mucha suerte y éxito en cada paso que den usted y todos sus colegas.
Ana Victoria Herrera Morera:
Qué belleza! Qué emoción por tanto que has hecho!
Haydee Ordoñez Ruiz:
Maravilloso.
Oscar Gómez Calvo:
Gracias por compartir y que Dios te bendiga.
Maritza Palma:
Qué bueno tener nuevamente noticias, ojalá y puedas ofrecernos las últimas crónicas, ha sido un aprendizaje enorme, un abrazo.
Xinia Carrillo Sanchez:
Ahora sé aún más... ESTAMOS EN ACCIÓN... Qué éxito!!!!!
Sandra Poveda Yock:
Mucha suerte!!
Josue Aguilar Castro:
QUE VIVA COSTA RICA, GRANDE MARINO, CUÍDATE MUCHO PORQUE TIQUICIA TE RECLAMA. DIOS TE ACOMPAÑE SIEMPRE EN TUS ÉXITOS CONTINUOS. FELICIDADES POR TUS LOGROS.
Monica Gamboa:
Ya extrañaba sus reportes!!! Qué éxito su trabajo!!
Sandra Lidiette Alfaro Carranza:
Felicitaciones por ese trabajo tan extraordinario.
Annia Sánchez:
Gracias, Tota, por volvernos a tener informados, por cada detalle. Es algo asombroso. Te felicito, por un éxito más. Tu familia, tus amigos y todos los ticos estamos orgullosos de ti y los demás compañeros de tu expedición. Felicidades de todo corazón, disfruta los demás días por la Antártida.
Marielos Miranda Palma:
Felicitaciones por su trabajo. Qué orgullo para la UNA y para los costarricenses. Bendiciones.
M Rosario Alfaro Gonzalez:
Marino, hay presencia de plomo o manganeso en la nieve de ese lugar?
Marino Protti:
Hay un artículo sobre presencia de plomo antropogénico en el norte de Victoria Land, proveniente, sobre todo de Brazil y Chile: https://iopscience.iop.org/article/10.1088/2515-7620/ac6cd1/meta, pero de muestreo en la Plataforma Helada de Ross, no sé.
Joaquín Salazar:
Esa historia sí está muy ruda!!! Seguimos con vos ahí a la par, muy bien por tu trabajo, señor Protti!!!
Andre Protti:
Suerte, Marino.
Ileana Matamoros:
Great work! I also saw he articles in La Nacion, ya era hora...
Paul Delgado Alpízar:
Don Marino, tengo varias consultas: esas estaciones son autosuficientes verdad? Cuánta autonomía tienen para pasar los meses de invierno donde casi no hay sol? A qué profundidad se instalan los sensores? Qué posibilidades existen de que una nevada oculte los equipos bajo la nieve? Gracias por mantenernos al tanto de su excelente trabajo!!
Marino Protti:
Las estaciones de investigación en la Antártida no son autosuficientes. Todo hay que traerlo de otros continentes (combustible y alimentos). Algunas tienen tantos suministros que operan también durante el invierno austral. Los instrumentos los instalamos como a metro y medio de profundidad, pero cada año son sepultados por un metro más de nieve. En superficie siempre queda un poste con los paneles solares a más de un metro de altura y cada año hay que desenterrarlos y volver a ponerlos en la superficie; es así como se encuentran cada año. Cuando pasan dos años sin visitar una estación, apenas se puede ver la parte superior del poste expuesto. Al sitio se llega, en primer orden, con las coordenadas de GPS registradas el año anterior, pero se debe agregar la corrección por el desplazamiento del glaciar, que en el caso de Whillans, es del orden de 400 m por año.
28 de enero del 2013. Día 22 en Antártida (continuación).
Whillans (-12 °C).
Lunes 28 de enero, 11:20 p. m.
Ya empacamos los tres trineos que llevaremos mañana. Iremos Grace Barcheck, Matt Siegfried y yo. Tenemos que ir a darle mantenimiento y bajar datos de estaciones de GPS que se han instalado en los últimos años y a construir e instalar un arreglo sísmico de 5 estaciones justo sobre el grounding line. Llevamos tanta cosa que pareciera que vamos para una expedición de 6 meses (y eso que al re-empacar dejamos más de la mitad de la comida). Matt Siegfried se había encargado de preparar todo en McMurdo y había empacado comida para 5 personas por 4 semanas de campo; ese era el plan. Ahora seremos solo tres y tendremos que hacer el mismo trabajo en 4 días. Estoy cansado y quiero ir a dormir. Mañana será un día largo (la mayor parte será “volando rabo” sobre el moto trineo).
Paz, Marino.

Foto 4.10. En el campamento Whillans, abriendo, a patadas, las cajas de comida para seleccionar solo lo necesario para 3 personas por 4 días. Al fondo, la Ciudad de las Tiendas. En la foto Matt Siegfried, Grace Barcheck y Marci Beitch. Fuente: foto del autor.

Foto 4.11. Vista de la Ciudad de las Tiendas en campamento Whillans, con las letrinas enfrente. El edificio azul de la izquierda es la alacena del campamento. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Alejandra Coto Alfaro:
Marino es mejor volando rabo, que no, que le vuelen el rabo jeje.
Ana Victoria Herrera Morera:
Marino QUÉ FELIZ TE SIENTO! Feliz por vos de que todo esté saliendo perfecto. Cada foto es un minipedacito de tanta inmensidad. Gracias por tanta generosidad de tu parte, [por] compartir.
Klaus Neumann:
Good luck with all your gear!
Xinia Carrillo Sanchez:
Jajaja diay ponéte almohadón en las sentaderas... QUÉ EMOCIÓN... Éxitos...
Acotación:
Rescatado del perfil de Facebook™ de mi amigo Daniel Sampson:
Marino finally made it out to the Lake, and I immediately sent him out to do the far seismic deployment so I could work on borehole stuff. He had quite an adventure with Matt and Catherine Grace Barcheck.

Foto 4.12. Daniel Sampson y Marino Protti instalando estaciones sismológicas alrededor del Campamento Whillans. Fuente: cámara de Dan Sampson, persona fotógrafa anóniima.
Ana Bonilla Salas:
qué orgullosa me siento de ser tu amiga, adelante compa, que el Señor te ilumine y guíe siempre.
3 de febrero del 2013. Día 28 en Antártida.
Whillans, Plataforma Helada de Ross, Antártida (-16 C).
Domingo 3 de febrero del 2013, 10:30 a. m. (hora local).
Ya regresamos del campamento de trabajo. Se suponía que hoy debía ya estar en McMurdo, pero era tanto el trabajo que teníamos y tan largo y lento lo que debíamos hacer, que requerimos de un día más de campo y perdí el vuelo de ayer de regreso a McMurdo. Supuestamente llegaríamos aquí el viernes a mediodía, pero no llegamos sino hasta ayer sábado a las 9:00 p. m. Como los domingos no hay vuelos, aquí estaré esperando salir mañana en un Hercules 130.
Hoy amaneció muy oscuro (nublado) y frío; no pinta bien para vuelos mañana. Necesito tomar un baño de verdad (por supuesto con agua caliente). Las toallas húmedas son solo una opción, pero no la mejor porque son frías y no son eficientes en la cabeza.
Mientras estuvimos en el campamento en el interior, el trabajo fue tan intenso y extenso que, a pesar de que llevé mi computadora hasta allá para mantener actualizada la bitácora, no tuve nunca tiempo ni siquiera para sacarla de la mochila. Cuando la saqué esta mañana, estaba tan fría que ni siquiera encendió. La tuve que dejar como 10 minutos conectada para que, poco a poco despertara de la hibernación. En realidad, me sorprendió que resucitara a pesar del maltrato a la que fue sometida, brincando por horas en uno de los trineos y expuesta a bajas temperaturas, la mayor parte del tiempo, bajo -10 C.
Aprovecho ahora para tratar de recordar y describir las vivencias durante esos días de verdadero trabajo de campo en el interior de la Antártida. Fue tan intenso y hace tanto tiempo (5 días es mucho tiempo para recordar, para un viejo con Alzheimer como yo) que no creo poder dejar un registro fiel de todo lo que viví y me impresionó de ese período. Trataré de todas formas.
Paz sobre la Tierra, Marino.

Video 4.1. Una porción de la trayectoria en moto trineo desde el campamento Whillans al campamento en el grounding line. Fuente: producción del autor. https://www.facebook.com/100050634872711/videos/558139956491308
Comentarios:
Ana Victoria Herrera Morera:
Marino, QUE IMPRESIONANTE! Gracias por tanto, he disfrutado tanto tus relatos, pequeños o extensos, con foto, videos... Porque cada relato tuyo hace que imagine lo que has escrito, descrito y más. De verdad, que belleza!
Ligia Maria Estrada Alfaro:
Qué belleza de video, me sentí como haciendo ese recorrido en trineo, qué belleza de experiencia!!!!!!!!!!!!!!!
Erika Patricia Cabezas Ramos:
Ese está espectacular. Me encanta.
Maria A. Protti Q:
Qué paisaje.
Anónimo No. 7:
Qué bueno, el trabajo intenso es en sí mismo terapéutico, ya vendrá el descanso y con los recuerdos, sobre todo las emociones... la recompensa.
Alba Aguero Gonzalez:
Qué belleza de panorama, qué hermoso sería que todo el planeta fuera así de limpio.
29 de enero del 2013. Día 23 en Antártida.
Cinco días de intenso trabajo de campo en la Antártida.
El martes 29 de enero, después de desayunar, empacamos nuestras cosas personales, llenamos dos estañones de combustible para los moto trineos (mezcla de gasolina y aceite) y los cargamos en un trineo grande de madera que jalaría uno de los trineos con una cuerda de 10 m de longitud. A este tipo de trineo se le llama Komatik. Cada vez que lo veía cantaba: “the komatik is on the snow” en remembranza de la canción de Pink Floyd que dice: “the lunatic is on the grass”.
La cuerda larga es para darle suficiente espacio al trineo de detenerse antes de chocar con el moto trineo, en caso de que se viaje muy rápido y haya que detenerse súbitamente. La realidad es que nunca alcanzamos velocidades superiores a 30 km/h porque debíamos ir viendo la carga de los otros trineos y las condiciones del “camino”, lleno de dunas de dura nieve, las cuales no permitían ir más rápido. La velocidad promedio fue, la mayor parte de la travesía y entre las estaciones de 15 km/h. Además de los dos estañones de combustible, el trineo grande llevaba dos cajas grandes de cartón de pared triple, de casi un metro cúbico cada una. Una llevaba 5 sets de 3 paneles solares para cada una de las estaciones sismológicas que instalaríamos; la otra caja llevaba las tiendas de campaña personales y más equipo para establecer el campamento (cocinas, ollas, sillas plegables, combustible para las cocinas, la carpa para la letrina, equipo de rescate como cuerdas, mosquetones y estacas). Sobre estas cajas iba una mesa plegable y una tienda de campaña enorme que serviría de comedor y salón comunal durante el tiempo en el interior del continente.
Los otros dos trineos de plástico llevaban, el primero, todo el equipo para las estaciones de GPS y sismológicas; el otro las cajas de comida, los bolsos con sets de dormida, los bolsos personales, herramientas, estacas de bambú y banderas para delimitar zonas y rutas.
Salimos a las 10:45 a. m.; a 15-20 km/h la travesía de 110 km se hizo eterna. Transitar por horas viendo solo otros dos trineos y la blancura más profunda que contrastaba con un cielo azul con pocas nubes, convirtió el viaje, desde muy temprano, en una perfecta monotonía. Era una planicie blanca, limpia e interminable. No existían puntos de referencia para la navegación porque el horizonte era precisamente eso: horizontal y monótono. Por casi tres cuartas partes de la travesía flotábamos sobre un paisaje que rememoraba algunos episodios de la serie televisiva “Perdidos en el Espacio”. Había un viento suave que levantaba la nieve unos 10 cm sobre el terreno y hacía parecer a la distancia como si estuviera caliente y emanara vapor del subsuelo. De los 360 grados de horizonte solo un cuadrante mostraba a la distancia y a un lado de nuestra visión las montañas de la Cordillera Transantártica. La visión lateral era, en su mayoría, bloqueada por la capucha de la chaqueta roja grande, que lo hacía sentirse a uno como caballo de carretón.
Parábamos más o menos cada hora u hora y media para descansar, estirarnos, tomar agua y eliminar fluidos. Revisamos los amarres de la carga en los trineos y socamos las fajas.
Entre el campamento Whillans y el campamento que estableceríamos sobre el grounding line (contorno a lo largo del cual la Plataforma Helada de Ross ya no flota sobre el Mar de Ross sino que se arrastra sobre tierra firme) nos detuvimos a recoger datos y darle mantenimiento a dos estaciones de GPS. En ambas estaciones tuvimos que escarbar una caja grande de plástico duro que contiene el receptor, las baterías (6 de 100 Amp/h de 30 Kg c/u) y los reguladores de voltaje. Estas cajas yacían en la superficie cuando se instalaron y en un año fueron cubiertas por casi medio metro de nieve arrastrada por el viento desde la Cordillera Transantártica.
Llegamos al lugar de campamento pasadas las 9 p. m., bajo un fuerte viento. El sitio es el mismo que se ha ocupado en campañas anteriores y es uno de los puntos de abastecimiento y reabastecimiento de emergencia de combustible, tanto para aviones como para maquinaria pesada que hace la travesía de McMurdo al Polo Sur y viceversa, a lo largo de la “autopista Polar Sur”. El sitio está marcado por varias banderas en cañas de bambú. Unas marcaban el lugar donde hay como 10 estañones de combustibles y otras marcan los sitios de letrinas y huecos de orina de ocupaciones anteriores. Este sitio está convenientemente ubicado en medio de las estaciones de GPS que visitaríamos y el sitio donde instalaríamos el arreglo sísmico de 5 estaciones.
Acampamos a unos 100 m viento arriba (hacia el sur) de los sitios anteriores. Lo primero que hicimos fue instalar la tienda grande de campaña, de unos 8 m de largo por 3 m de ancho y casi 2 m de altura en la parte central. Esta tienda serviría de cocina y “salón comunal”.
Mientras Matt Siegfried y Grace Barcheck comenzaban a derretir nieve para tener agua, yo procedí a intentar levantar las tiendas de campaña. Por el fuerte viento y la gran cantidad de nieve que arrastraba, el trabajo de uno se convirtió necesariamente en hazaña de dos. Matt Siegfried vino a mi rescate y entre los dos terminamos.
Con banderas marcamos un sitio viento arriba de nuestro campamento, que serviría de tajo para la extracción de nieve limpia para la producción de agua. Por decreto y para mantener la pureza de nuestra fuente de agua, no realizaríamos ninguna operación o tránsito viento arriba de ese sitio.
Eran pasadas las 12 de la “noche”, Matt Siegfried y Grace Barcheck comenzarían a preparar la cena. Yo estaba muy cansado por lo que no esperé la cena y me fui a dormir “temprano”.

Foto 4.13. Una de tantas paradas de camino al grounding line, para revisar el equipo, socar amaras, tomar agua y evacuar fluidos corporales. Fuente: foro del autor.

Foto 4.14. Estación de GPS visitada en la ruta al grounding line. El mástil en frente sostiene la antena de GPS. Las cañas de bambú servían de astas de banderas para marcar el sitio. Los otros dos mástiles soportan el panel solar. El equipo de registro y las baterías están en una caja de plástico que había quedado en la superficie y después de un año se encuentra ahora de medio metro a un metro bajo la superficie, sepultada por la nieve que arratra el viento desde el sur. Fuente: foto del autor.

Foto 4.15. Así quedó la estación de GPS, luego de darle mantenimiento y “ordeñar” los datos. Fuente: foto del autor.

Foto 4.16. Otra estación de GPS visitada en la ruta al grounding line. Note el molinete en uno de los mástiles del panel solar. Se trata de una pequeña turbina eólica que provee energía a la estación durante el invierno austral de total oscuridad. La caja con el equipo fue rescatada a un metro de profundidad. Fuente: foto del autor.
Maria A. Protti Q:
Supongo [que] la ruta es por GPS ante la falta de puntos de referencia?
Marino Protti:
Correcto, toda la navegación ahí es por GPS.
Maria A. Protti Q:
Y en invierno, ¿cómo se alimentan los paneles solares?
Marino Protti:
En invierno las estaciones que no tienen molinete con turbina eólica, dejan de funcionar hasta que vuelve a aparecer el sol.
Comentarios:
Joaquín Salazar:
Qué interesante tu historia, tienes que escribir un libro con todos los detalles!!!
María Sibaja:
Buena esa, Protti. Te imaginas lo cansado que estarías si te hubieras ido desde el primer día...?????
30 de enero del 2013. Día 24 en Antártida.
Nos levantamos a las 8:00 a. m. Preparamos el desayuno (café, mucho café y avena caliente). Producimos más agua y terminamos de establecer el campamento, lo cual incluía la excavación de un foso de 2 m para la letrina. Sobre ese hueco y en dos angulares anchos de aluminio se sentaba un aro de un estereofón especial que siempre se mantenía tibio; sobre él nos sentaríamos a meditar. Como ese aro quedaba a nivel del suelo, excavé una serie de gradas que permitían que las piernas quedaran a un nivel inferior en esos momentos de reflexión. Para privacidad en esos momentos sublimes, instalamos una carpa sobre la letrina.
Cada día a las 9:00 a. m. debíamos reportarnos con el Centro de Operaciones de McMurdo. Si a uno le pasaba algo y no se reportaba (o se le olvidaba reportarse), le daban una hora de gracia y si aún no había comunicación, inmediatamente activarían todas las alertas de rescate. La comunicación la hacíamos por medio de un teléfono satelital del cual podíamos disponer para una o dos llamadas personales.
Casi a mediodía llamé a mi familia para indicarles que había llegado bien al campamento Whillans y que ahora estaba en un campamento a más de 100 km de Whillans. En ese momento me dieron la triste noticia de que había muerto mi primo, padrino y colega Alfredo Mainieri Protti. Me dolió mucho no estar en Costa Rica para externarle mi pesar a su esposa Elizabeth, a su hija Paola y a sus hijos Alejandro y Federico. Alfredo siempre fue una persona muy dulce y fue gracias a él que decidí estudiar geología. El destino hizo que fuera por mi gusto a la geología que no estuviera ahí para despedirlo.
A unos 5 m del “salón comunal” teníamos operando un generador eléctrico que lo utilizamos para cargar las baterías de los instrumentos y del teléfono satelital. También aprovechamos la energía eléctrica para conectar el “equipo de sonido” (un iPod™ pegado a un par de parlantes).
Terminamos de dejar listo el campamento y como a la 1:00 p. m. salimos para el campo. Ese día le daríamos servicio a 6 estaciones de GPS ubicadas a unos 20 km del campamento y espaciadas unos 5 km entre ellas.
Al llegar a cada sitio, Grace y yo nos dirigíamos directamente a donde veíamos la estación. Lo que estaba expuesto y visible eran dos paneles solares orientados verticalmente y mirando al norte y la antena de GPS sobre un mástil de metal. Sobre los paneles podía haber uno o dos generadores eólicos para proveer energía durante la oscuridad continua del invierno austral. Matt Siegfried, quien en su moto trineo llevaba siempre operativos un receptor geodésico y una antena de GPS tipo Zypher para el levantamiento cinemático de los trayectos recorridos, se dirigía al sitio donde el año anterior estaba ubicada geocéntricamente la estación y de ahí se desplazaba al nuevo sitio de la estación.
Para que tengan una idea, nosotros en la península de Nicoya registramos desplazamientos de 2 a 3 cm por año durante el período intersísmico y hasta 60 cm como desplazamiento cosísmico durante el terremoto de Nicoya del pasado 5 de septiembre. Las estaciones que visitamos en esta Plataforma Helada de Ross se mueven, como parte de esa masa de hielo, a casi 400 m por año. Los 60 cm que registramos en Nicoya cada 50 años aquí ocurren dos veces por día. Es por eso por lo que esta zona la estamos instrumentando, porque podría ser una buena analogía con lo que sucede en zonas de subducción, pero a una más alta frecuencia y velocidad mucho mayor.
Una vez en el sitio, procedíamos a excavar la caja de plástico que contiene el receptor de GPS, las baterías y los reguladores de voltaje. Algunas estaban a solo 30-40 cm de profundidad y solo quitábamos la nieve hasta la mitad de la caja (para poder abrirla), bajábamos los datos, hacíamos cualquier reparación que requiriera, la cerrábamos y la dejábamos así. En la mayoría de los casos la parte superior de las cajas estaba a más de medio metro de profundidad, por lo que debíamos excavarla toda, sacar la caja, levantarla, llenar el hueco que habíamos hecho y que ocupaba la caja y ponerla de nuevo a nivel de suelo para que soportara uno o dos años más antes de ser nuevamente traída a la superficie. Las cajas se cubren de nieve no porque nieva, sino de nieve que migra como dunas arrastradas por los vientos que vienen de la plataforma alta del Polo Sur.
Escarbar en nieve es fácil y lo mejor de todo es que por más que uno escarbe y pase metido en los huecos que hace, nunca se ensucia. Eso lo aprecio mucho después de tanto hueco que hemos hecho mi colega y gran amigo Víctor González (q. e. p. d.) y yo, en la península de Nicoya para nuestra red y lo muy sucio que siempre terminé. El problema aquí es que durante el tiempo que la caja está expuesta en la superficie y por la mayor absorción térmica del plástico, la primera nieve que la toca se derrite y congela, lo que forma bloques de hielo que rodean la caja. Eso hace que el trabajo de quebrar esos bloques de hielo con las palas sea una actividad consumidora de tiempo y mucha energía personal. Eso fue lo que hicimos durante esa tarde y parte de la noche. Llegamos al campamento como a las 10:00 p. m. La rutina al llegar al campamento era que dos se iban inmediatamente a llenar los tanques de combustible de los moto trineos y las pichingas que llevábamos detrás del asiento a las que les caben casi dos tercios de un tanque y se deben tener siempre llenas y llevarlas en los moto trineos por aquello de una emergencia. La otra persona, a quien le tocaba cocinar esa noche, se iba a la tienda “salón comunal” a iniciar la preparación de la cena.
Lo que hacíamos todos los días antes de salir al campo era decidir qué queríamos cenar para dejar lo que había que descongelar en el cielo del salón comunal. Esa tienda funciona como un invernadero y la parte alta siempre se mantiene tibia. La parte baja mantiene las cosas congeladas.
Esa primera noche cocinó Grace. Comimos unos tucos enormes de pescado y una pasta tailandesa en salsa de vegetales. Chocolate caliente, por supuesto, y un vasito de whiskey antes de acostarse. Ese día la temperatura había estado en promedio como a -12 C.
Paz, Marino.

Foto 4.17. Vista del “comedor y salón comunal”, sobre el grounding line; al fondo la cordillera Transantártica. Fuente: foto del autor.

Foto 4.18. Tiendas individuales en el campamento sobre el grounding line. La tienda verde es la letrina.

Foto 4.19. Vista frontal de la letrina y su entrada subterránea. La bandera a la derecha marca el pissing pole o sitio donde la nieve se derrite por fluidos corporales calientes. Noten lo plano y monótono del horizonte en esta dirección. Fuente: foto del autor.

Foto 4.20. Otra vista del campamento, la mañana del 30 de enero. Los moto trineos deben mantenerse durante “la noche” cubiertos con una lona para evitar, si hay tormentas de nieve, que sean cubiertos y dañados por esta. En primer plano Matt Siegfried y atrás Grace Barcheck. Al fondo se ve la Cordillera Transantártica. Fuente: foto del autor.

Foto 4.21. Grace Barcheck en el campo. Noten la antena de GPS detrás del asiento del trineo de Matt Siegfried. Fuente: foto del autor.

Foto 4.22. Vista de la Cordillera Transantártica que disfrutamos durante todos los días (y las noches) que estuvimos sobre el grounding line. Fuente: foto del autor.

Foto 4.23. Grace Barcheck midiendo la altura del mástil de la antena de GPS y Matt Siegfried bajando datos del receptor de GPS, en una de las estaciones de monitoreo geodésico sobre el glaciar de Whillans. Esta estación opera con dos paneles solares y dos turbinas eólicas. Fuente: foto del autor.

Foto 4.24. De regreso al campamento a las 10:00 p. m.. El cielo también parece una superficie de nieve. Fuente: foto del autor.

Foto 4.25. Detalle de la Cordillera Transantártica. Fuente: foto del autor.

Foto 4.26. Minúsculo moto trineo en el horizonte. Fuente: foto del autor.

Foto 4.27. Detalle de la superficie sobre la cual conducimos nuestros moto trineos en la Plataforma Helada de Ross. Fuente: foto del autor.

Foto 4.28. Grace Barcheck excavando los mástiles del panel solar para llevarlos de nuevo a la superficie. Fuente: foto del autor.

Foto 4.29. Grace Barcheck toma un merecido descanso luego de casi dos horas volando pala.[2] Al fondo Matt Siegfried rescata datos del receptor de GPS. Fuente: foto del autor.
Paul Delgado Alpízar:
Cuánto es el consumo promedio de energía de cada estación de GPS? Ya que veo que los generadores eólicos son pequeños.
Marino Protti:
El receptor de GPS más el regular de voltaje consumen entre 3 y 4 Watts. Los generadores eólicos que usamos pueden generar alrededor de 20 Watts con vientos de 40 mph. En el inverno Austral los vientos son muy fuertes y hasta podrían cargar parcialmente 6 baterías de 100 Amp/h. El problema, más bien, es que si los vientos son muy fuertes y sostenidos por mucho tiempo, tienden a dañar las veletas; también, si pasa mucho tiempo sin viento, las veletas se congelan.

Foto 4.30. Dunas de nieve sobre la Plataforma Helada de Ross. Fuente: foto del autor.

Foto 4.31. Detalle de uno de los glaciares de valle que bajan de la Cordillera Transantártica y que sirve para dar acceso al Polo Sur. Creo que ese es el glaciar Leverett por donde sube el South Pole Traverse. Fuente: foto del autor.


Foto 4.32. Mosaico de algunos momentos “oscuros” durante el trabajo de campo. Cuando las nubes bloquean el sol, la temperatura baja mucho y muy rápido. Con esa luz la superficie de hielo de la Plataforma Helada de Ross parece el mar. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Teresita Trigueros:
Creo que es excavar. Súper interesante! Se pueden ver los equipos instalados en Nicoya?
Joaquín:
Una verdadera aventura polar!!!!
Ana Victoria Herrera Morera:
Marino, conocí a Don Alfredo cuando estuve en el ICE, en el período cuando Don Pablo Cob estuvo como Presidente Ejecutivo, como yo trabajo en la CNFL, me llevó al ICE como parte de su personal de confianza. Yo lo conocí poco, pero como le dije a Freddy Protti, Don Alfredo era todo un caballero, un gran profesional y sobre todo una gran persona. Fue muy grato conocerlo y lamento mucho su pérdida física, pero lo más importante es lo que viviste con él y su legado.
Tom Marshall:
Woooooow; qué buen sitio para escavar, escarbar y excavar.
Jorge Sanchez Ulate:
Linda la bandera de Costa Rica.
31 de enero del 2013. Día 25 en Antártida.
Nos levantamos a las 7:00 a. m., desayunamos, alistamos almuerzos, nos reportamos y salimos al campo después de las 9:00 a. m. Ese día teníamos como misión la instalación de un arreglo sísmico de 5 estaciones sismológicas de período corto.
El sitio donde instalamos este arreglo está ubicado como a 35 km al sur del campamento. Ahí fue lo más al sur que estuve (84.5 grados de latitud sur; a 600 km del Polo Sur) y donde más me acerqué a la Cordillera Transantártica (como a 50 km de su base). El arreglo sísmico consistió en una equis con una estación en el centro y una en cada extremo, separadas por 1 km de la estación central. En cada sitio enterramos el sismómetro a poco más de metro y medio de profundidad, instalamos el digitalizador, las baterías y reguladores de voltaje en una caja de plástico adicional de un set de tres paneles solares orientados verticalmente y en un triángulo de 120 grados, de tal manera que siempre recibían sol durante todo el día del verano austral.
Ese día regresamos temprano, como a las 7:30 p. m.; primero Matt Siegfried y yo cocinamos y luego Grace Barcheck y yo llenamos los tanques de combustible de los moto trineos.
Antes de ayudar con la cena y como era relativamente temprano, aproveché para “bañarme” con toallas húmedas. Sinceramente creí que iba a ser una experiencia dolorosa, pero cuando entré a la tienda de campaña ésta estaba tibiecita (¡casi caliente!) porque también está diseñada para funcionar como un invernadero. Ni aun desnudo sentí frío dentro de la tienda de campaña.
Esa noche tuvimos una cena México-Tica. Matt Siegfried preparó un chorizo picante en salsa picante y unos frijoles molidos. Yo hice un arroz a la tica (frito con cebolla y chile dulce primero, y luego con agua hirviendo). Lo comimos todo con guacamole. Como a mí no me gusta la comida muy picante, terminé “diluyendo” el chorizo en mucho arroz.

Foto 4.33. Hueco de un metro de profundidad con el sismómetro en el fondo debidamente orientado y nivelado. Fuente: foto del autor.

Foto 4.34. Imagen de cómo quedaba cada una de las estaciones sismológicas que instalamos. Fuente: foto del autor.

Foto 4.35. Autor mostrando los bear pawns. Estos son los guantes que hay que usar cuando se conducen los moto trineos. Solo el “dedo gordo” se usa para acelerar. En cada bolsa externa de esa jacket habían 3 o 4 barras grandes de chocolate, que desaparecían antes de estar de vuelta en el campamento. En esta foto se ve claramente el receptor y antena de GPS detrás del asiento del moto trineo de Matt Siegfried. Fuente: cámara del autor, persona fotógrafa: Grace Barcheck o Matt Siegfried.
María Sibaja:
Ese sos vos????? Seguro que solo tu mami te reconocería, por la nariz...

Foto 4.36. Vista de la Cordillera Transantártica desde el punto más cercano que estuve. Fuente: foto del autor.

Foto 4.37. Detalle del Glaciar Axel Heiberg, por donde subió Amundsen al Polo Sur en diciembre de 1910. Fuente: foto del autor.

Foto 4.38. Otra estación sismológica instalada sobre el grounding line. En la foto, Matt Siegfried. Fuente: foto del autor.

Foto 4.39. Nuestro campamento en el medio de la nada. Fuente: foto del autor.

Foto 4.40. Acercándonos al campamento. Fuente: foto del autor.
Maria A. Protti Q:
¿Campamento de instalación de estaciones sismológicas? Eso sí es en medio de la nada.

Foto 4.41. Un mástil con tres paneles solares y una caja de plástico en la superficie, es todo lo que queda visible de cada estación sismológica que instalamos. Seis meses después, se verá solo el mástil con los paneles. Y no podía faltar mi firma gráfica. Fuente: foto del autor.
María Sibaja:
Ahhhh aquí sí tenemos la firma... Yo estoy practicando para cuando te vea y te salude, sino igual, en forma parecida, eso si los huesos y el equilibrio me dejan jijiji
Maria A. Protti Q:
Infaltable.

Foto 4.42. Cocinando arroz a la tica. El efecto de invernadero de estas tiendas de campaña es tan efectivo, que hay que abrir las ventanas cuando uno cocina (por el calor y por el gas propano de la cocina). Fuente: fotografía de Grace Barcheck

Foto 4.43. La esquina-oficina de la gran tienda de campaña. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Ana Victoria Herrera Morera:
Qué bueno que todo lo lograron hacer! Y en equipo, poniendo cada uno sus conocimientos y compartiendo ese momento placentero del alimento!
1 de febrero del 2013. Día 26 en Antártida.
Este fue el día más duro. Después de desayunar y reportarnos, salimos a darle mantenimiento y bajar datos de otras 6 estaciones de GPS. Estas están espaciadas cada 6 km y como a 20 km del campamento.
La primera nos consumió “toda la leche”. Tiene un radio de transmisión satelital y por eso, al consumir más energía, necesita de 10 baterías de esas de 100 Am/h y 30 kg de peso cada una. La caja es enorme y estaba enterrada a más de un metro de profundidad. Los paneles solares estaban casi a nivel del suelo y la antena de GPS a solo 40 cm del suelo. Tuvimos que trasladar toda la estación como a 10 m de distancia. Eso involucró hacer un hueco gigante para sacar la caja. También para sacar los paneles solares hubo que desenterrar los anclajes de los vientos y estos estaban a más de 2 metros de profundidad; eran ocho anclas. Lo bueno es que ninguno de los tres es “quita’o p’al brete”[3].
En la mayoría de las otras estaciones hubo que sacar las cajas. En algunas levantamos los paneles y en la última, como estábamos fundidos y era tarde, solo la escarbamos para abrirla, bajar los datos y la dejamos donde estaba.
Esa noche preparé la cena. Era carne de res en trozos con chile dulce y cebolla. Además, unas papas “sancochadas” con mantequilla, sal y pimienta.

Foto 4.44. El Ticomóvil parqueado en la estación que más tiempo de trabajo nos consumió de todas las estaciones. Fuente: foto del autor.
Maria A. Protti Q:
EXCELENTE tarea. Ya se dice "Entre más dura sea la lucha, más glorioso será el triunfo". PRECIOSA nuestra bandera en esa inmensidad de paisaje. Qué belleza, qué impactante.
Paul Delgado Alpízar:
¡¡Qué manera, la bandera tica en el mototrineo!!
Surf Matapalo:
¡Qué paz!
Sandra Poveda Yock:
¡¡¡Lindísima bandera!!!
Martha Eugenia Araya Vargas:
Linda la bandera.

Foto 4.45. Escarbando los anclajes de los mástiles que soportan los paneles solares. Fuente: foto del autor.

Foto 4.46. Observen la profundidad a la que queda sepultada la caja con las baterías, receptor y transmisor, por las condiciones ambientales, creo que después de dos años de haber sido dejada en la superficie. Fuente: foto del autor.

Foto 4.47. Hueco que se tuvo que hacer para poder extraer uno de los ocho anclajes de mástiles en esta estación. Fuente: foto del autor.

Foto 4.48. Grace Barcheck toma un corto descanso a mitad de profundidad de uno de los anclajes. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Joaquín Salazar:
Qué trabajo más duro, Protti. Felicidades, que tengas un bonito regreso, me imagino que será de varios días, mucha suerte!!!!
Monica Gamboa:
Qué linda se ve ESA bandera en el mototrineo!!!!
Sandra Poveda Yock:
Comparto la opinión de Mónica.
Alex DI:
Me gusta ver esa bandera allí 🙂. Pura vida Marino Protti.
Tom Marshall:
Rica comida pa' buen trabajo.
Martha Henríquez:
Mmm y además de científico, se defiende como cheff nuestro amigo, ja, ja,ja... Excelente!! Felicitaciones, Marino...!!: )
Ligia Camacho:
Un qué??
Anónimo No. 17:
Qué experiencia más linda!!

Foto 4.49. Reubicando el mástil que soporta la antena de GPS (Matt en los hombros del autor). Fuente: foto de Grace Barcheck.
2 de febrero del 2013. Día 27 en Antártida.
Levantar el campamento.
Nos levantamos a las 7:00 a. m. Desayunamos y levantamos el campamento. Dejamos una gran parte de la comida que nos sobró en una reserva de alimentos que se ha venido acumulando de los campamentos anteriores. Son dos cajas grandes de cartón de pared triple “enterradas” (o “ennevadas”) a ½ m de profundidad y rodeadas de banderas para su fácil localización. Hay de todo, y dejamos de todo (hasta una botella de ron que llevó Matt Siegfried y que nadie probó). Dejé ahí, para la posteridad, una bolsa de Guayabitas de Gallito[4]. Empacar todo y dejar el sitio limpio nos llevó hasta la 1:00 p. m.
Dejamos el sitio del campamento e iniciamos la interminable travesía por la inmensa llanura. De nuevo, a 15 km/hora; ¡se hace eterno! El acelerador del moto trineo se presiona con el dedo gordo de la mano derecha; del cansancio y el frío se pone tieso.
De camino pasamos a una estación de GPS. Misma historia. A poca distancia de esa estación nos remontamos sobre la “autopista Polar Sur”, o por lo menos un ramal de esta que conducía al campamento WISSARD en Whillans. La nieve estaba suave y libre de dunas por lo que “le pegamos el gas” a los moto trineos y recorrimos un buen trecho a 30 km/h.
A solo 15 km del campamento se quebró un resorte del moto trineo de Matt Siegfried, que tiraba del trineo grande; cambiamos de trineo. Ahora era Grace Barcheck quien arrastraba el trineo grande, a 3 m detrás de ella. Había que ir más despacio.
Llegamos al campamento pasadas las 9:00 p. m. De nuevo, tuvimos una calurosa bienvenida.

Foto 4.50. Trineo grande (Komatik) posando en la gran llanura. Fuente: foto del autor.

Foto 4.51. La gran llanura de hielo de la Plataforma Helada de Ross. Fuente: foto del autor.

Foto 4.52. “Autopista Polar Sur”, marcada por una bandera verde cada 500 m. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Anónimo No. 13:
Qué lindo, gracias por compartir esas fotos tan bellas...
Maria A. Protti Q:
Inmensidad.
Ileana Patricia Meza Calvo:
Qué experiencia más increíble, disfruta y que Dios los proteja siempre, gracias por compartir tan maravillosas fotos.
Rosa Elena Picado:
Gracias por compartir esa bella experiencia!
Elizabeth Jimenez Arce:
Tremenda e increíble aventura, es como estar en otro planeta. Que DIOS te acompañe Y REGRESES PRONTO.
3 de febrero del 2013. Día 28 en Antártida.
Todavía queda trabajo por hacer.
Whillans, Antártida.
Domingo 3 de febrero del 2013, 7:15 p. m. (hora local).
A pesar de lo cansados que veníamos, Matt Siegfried y Grace Barcheck tuvieron que salir esta mañana a recoger datos y dar mantenimiento a 4 estaciones de GPS; será un viaje, ida y vuelta, de casi 150 km, y las condiciones del tiempo no son buenas. Les deseo mucha suerte y espero que si las condiciones empeoran tomen la sabia decisión de regresar. Yo no los pude acompañar porque el moto trineo que traía Matt Siegfried ayer venía con un resorte de la compensación quebrado y por recargo se dañó el otro. Además, hoy tenía, junto con Dan y Marci Beitch, que instalar una estación sismológica aquí en el campamento WISSARD en Whillans.
En la mañana guardé parte del equipo que llevamos al campamento del grounding line y entregué a los cocineros del campamento Whillans la comida que nos trajimos de vuelta. Tenía, también, que escarbar los alrededores de mi “casa” en la Ciudad de las Tiendas de Campaña.
Después de almuerzo, Dan, Marci Beitch y yo sacamos una estación sismológica de banda ancha de un hueco poco profundo en el que Dan la estaba probando y la instalamos a unos 20 m del pozo WISSARD. Estaba nublado y comenzó a nevar a mitad de la tarde, pero nevó por solo unos 40 minutos. Para la instalación de esta estación, que estará aquí por unos 2 años, hicimos un hueco de casi 2 m de profundidad, en el fondo del cual instalamos una plancha de estereofón de 3 pulgadas de espesor con una pieza de playwood de 1 pulgada sobre la cual se instaló el sensor (un Guralp 6TD). Las baterías y el controlador de voltaje quedaron en una caja de plástico en la superficie.
Paz, Marino.

Foto 4.53. Hueco que se excavó para instalar el sismómetro de banda ancha cerca del pozo de Whillans. Fuente: cámara del autor, fotógrafo: Dan Sampson.
Douglas Garcia:
Has visto la película The Thing? La mera criatura, susto!
Dora Cerdas:
Qué frio...

Foto 4.54. Un tractor reubica los contenedores del equipo de perforación en Whillans. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Oscar Gómez Calvo:
Qué increíble, aquí está con viento, y muy fuerte, y uno se queja del frío.
Ana Victoria Herrera Morera:
Qué lindas fotos! Qué experiencia tan extraordinaria te dio la Vida!
Lijia Maria Estrada Alfaro:
Muy interesante ese trabajo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Shirley Morales:
Excelente!!!
Erika Patricia Cabezas Ramos:
Parecido al calorcito de Nicoya, donde tantas veces estuviste trabajando!!!!!!
M Rosario Alfaro Gonzalez:
Qué composición química han encontrado a diferentes estratos?
Marino Protti:
Para el muestreo, en esta perforación no se sacaron núcleos de hielo, como se hace generalmente en la Antártida, porque el objetivo era solo llegar al lago subglacial lo más rápido posible, y por eso se perforó con agua caliente.
Jake Walter:
All that effort and only a 50/50 chance that the 6TD will actually work (at least in my experience)! Glad to see you're enjoying the banana belt of Antarctica!
3 de febrero del 2013. Día 28 en Antártida (continuación).
Reacomodando los contenedores de WISSARD.
Whillans, Antártida.
Domingo 3 de febrero del 2013, 11:30 p. m. (hora local).
Sabiamente, Matt Siegfried y Grace Barcheck regresaron temprano (como a las 8:00 p. m.) porque las condiciones del tiempo no eran seguras para seguir la travesía. Había por lo menos, o más bien, por lo mucho, visitado dos de las cuatro estaciones. Las otras dos tendrán que esperar hasta el próximo año.
En la tarde, mientras instalábamos la estación sismológica cerca del pozo WISSARD, los tractores estaban moviendo y acomodando todos los contenedores de la operación de perforación. Estos contenedores, que están montados sobre esquíes, son relativamente fáciles de remolcar una vez que se muevan, pero cuando han estado en un solo lugar por mucho tiempo se congelan al suelo. El de este video, en particular, tenía el problema de que los esquíes son negros y con el sol tienden a derretir la nieve sobre la que se posan, y se hunden. Por eso hubo que cubrirlos con nieve para que lo negro no estuviera expuesto. Siempre se congeló al suelo y costó mucho sacarlo.
Después de cenar, Matt Siegfried, Grace Barcheck y yo terminamos de sacar y limpiar todo el equipo que habíamos llevado al campamento del grounding line. Lo reclasificamos, lo empacamos e inventariamos lo que quedaba en cada caja. Nos llevó más tiempo del que pensamos, pero quedó todo listo. La gente de apoyo de campo que está aquí decidirá qué queda en Whillans por el invierno (para el próximo año) y qué se llevarán en la travesía con tractores de vuelta a McMurdo en una semana.
Ahora estoy en la tienda comunitaria (el salón comunal del campamento Whillans) tratando de recordar más y continúo llenando blancos mentales de los últimos 5 días. Mañana a las 8:00 a. m. debo tener todo empacado, incluída la tienda de campaña en la que dormí aquí en Whillans, y listo todo para ser montado en paletas, para el viaje de vuelta a McMurdo. Si el tiempo es bueno saldremos de aquí como a las 11:00 a. m. hacia el campo de aterrizaje de los Hercules, como a 10 km de aquí.
Paz, Marino.

Video 4.2. Liberando y reacomodando los contenedores de equipo y laboratorios. Post de Marino Protti en Facebook™.
https://www.facebook.com/100050634872711/videos/601761384934213
Comentarios:
Ligia Maria Estrada Alfaro:
Don Marino, qué bueno que ya está de vuelta y dándonos sus reportes!!!!!!!!!!!!!!!!
Ana Victoria Herrera Morera:
Así como lo describes, es Misión Cumplida con éxito! Haciendo recuento y preparándose para el regreso! Qué bueno!
Lidiette Vargas Protti:
Primero, Bendito Dios que estás contando el relato! Segundo, gracias por informarnos.
Maria A. Protti Q:
Vencer coeficiente de fricción.
Anónimo No. 7:
Impresionante.
4 de febrero del 2013. Día 29 en Antártida.
Seguir empacando.
Whillans, Antártida (-14 C).
Lunes 4 de febrero del 2013, 8:15 a. m. (local time).
Me levanté a las 7:00 a. m. para empacar mi ropa y el set de dormida. Debíamos tener todo listo en la línea de carga frente a la Ciudad de las Tiendas para antes de la 8:00 a. m., para que pudieran embalarlo y mandarlo a la pista de aterrizaje de los Hercules. Somos 14 los que salimos hoy: todos los que quedamos del grupo de científicos y varios de los perforadores. Por razones obvias, las tiendas de campaña no las bajaremos y empacaremos hasta que nos informen que el avión que viene de McMurdo despegó.
Cuando terminé de empacar (la mitad de la vida en Antártida la pasa uno empacando y desempacando) me vine al Salón Comunal a desayunar y ahí nos informaron que las condiciones del tiempo en McMurdo no son muy buenas y que un mal tiempo viene de camino esta tarde. Por esa razón era posible que el avión de McMurdo saliera una hora antes. Estamos esperando ese anuncio. Comienza de nuevo la angustia, porque si el avión no despega hoy, las condiciones del tiempo no lo permitirán mañana y habría que esperar hasta el miércoles aquí en Whillans. Para distraerme voy a escribir un poco más de lo que recuerdo del campamento sobre el grounding line.
Aquí les envío un par de fotos de lo que quedaba de la instalación de la perforación y de los daños en los contenedores que hubo que reparar durante el trayecto.

Foto 4.55. Detalle de las placas de metal que hubo que soldar como refuerzo a los contenedores durante su travesía desde McMurdo hasta el campamento de Whillans. Fuente: foto del autor.

Foto 4.56. Desarmando el equipo de perforación. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Anónimo No. 10:
Suerte y que mejore ese tiempo.
Sandra Poveda Yock:
Ojalá mejore el tiempo, sino mejor esperar en tierra (hielo) tranquilitos.
Erika Patricia Cabezas Ramos:
Gracias por mantenernos informados. Que el Señor te cuide y que todo salga bien!!!
4 de febrero del 2013. Día 29 en Antártida (continuación).
A despegar.
Whillans, Antártida.
Lunes 4 de febrero del 2013, 11:30 a. m. (hora local).
A las 10:45 a. m. nos anunciaron que el avión había despegado de McMurdo, ¡qué alivio! Salí entonces a desarmar y empacar la tienda de campaña. Todo listo, ahora a iniciar, en pocos minutos, el trayecto a la pista de aterrizaje. Aquí hay unas fotos de los contenedores por dentro.

Foto 4.57. Contenedor bodega con equipo de perforación. Fuente: foto del autor.

Foto 4.58. Afiche informativo, pegado por dentro en la pared de uno de los contenedores de perforación. Fuente: foto del autor.

Foto 4.59. Slawomir Tulaczyk, uno de los investigadores principales del proyecto WISSARD, dentro de uno de los contenedores, convertido en laboratorio. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Maria Martinez:
A lab... whaoouu.
Sandra Poveda Yock:
Dios los acompañe!
Cecilia Ramirez Valerio:
Me alegra saber que estás bien y aprovechando esta experiencia. Saludos, Cecilia Ramírez.
Martha Henríquez Cabezas:
Es casi un viaje a la luna, Marino, amigo!! Waoooo!!!
4 de febrero del 2013. Día 29 en Antártida (continuación).
Rumbo a McMurdo y llegada.
McMurdo, Antártida (-9 C).
Lunes 4 de febrero del 2013, 11:30 p. m. (hora local).
De regreso a la ciudad. Salimos del campamento WISSARD poco antes de mediodía en un cajón de madera, del tamaño de la mitad de un vagón de tren, remolcado por un tractor de orugas. Por fuera parecía y era precisamente eso, un cajón de madera; por dentro es un camper con cocina, camarotes y estantes llenos de todo tipo de comida. Varios de los científicos llevaban en sus regazos muestras de agua y sedimentos del lago subglacial Whillans; las cuidaban como si llevaran huevos y las protegían del frío porque era importante que no se congelaran. Tardamos como 40 minutos en llegar a la pista de aterrizaje de los Hercules. Estaba nublado, hacía mucho viento y frío. Esperamos unos pocos minutos en el “cajón” hasta que nos anunciaron que ya se divisaba el avión. Salimos a verlo aterrizar y después de helarnos por un gran rato volvimos al “cajón” (que tenía calefacción) a esperar que terminaran de cargar el avión. Como a la media hora nos llamaron a abordar; caminamos hacia el avión, pero nos pidieron esperar como a 50 m. Esa espera, ahí afuera, fue eterna por el frío que hacía.
Al fin entramos al avión y muy pronto despegó. Traté de dormir a ratos, pero sentía mucho frío, a pesar de llevar puesta toda la ropa especial de clima extremo que nos habían dado. Tenía los dedos de los pies casi congelados. Por fin aterrizamos. Creí que solo yo tenía frío por la falta de costumbre, pero cuando nos levantamos para salir del avión todos se quejaban de estar congelados y no haber sentido tanto frío antes.
Cuando íbamos a salir del avión nos dijeron que nos teníamos que esperar porque no había microbuses en Pegasus para llevarnos a McMurdo. Mientras esperábamos alguien le preguntó a uno de los oficiales de la tripulación que por qué el viaje había sido tan helado y la respuesta fue que porque llevábamos muestras. El asunto es que cuando en aviones de servicio en Antártida se dice que llevan muestras, se asume que se llevan núcleos de hielo que se extraen de perforaciones, y como el campamento WISSARD era un campo de perforación, creyeron que las muestras eran de hielo y nunca pusieron calefacción dentro del avión (en estos aviones el área de carga es la misma que la de pasajeros). La situación en nuestro caso era la contraria, las muestras no debían congelarse (ni nosotros tampoco). Al final, las muestras no se congelaron porque iban en hieleras.
Por fin llegó un camión Delta que nos llevó del avión a otro Delta cerca de la terminal y de ahí a McMurdo. Llegamos a las 6:15 p. m., a tiempo para cenar. Después de la cena tenía que ir a buscar mi equipaje a otro edificio, buscar ropa de cama y la llave de mi habitación, que había dejado con el gerente del proyecto.
Ya se ve un poco menos de gente aquí en McMurdo. Algunos lugares están cerrados (como los dos bares) y los edificios de habitaciones están vacíos. Yo ya no tengo un compañero de cuarto, pero por eso la calefacción estuvo apagada por toda la semana y aun cuando la encendí tan pronto entré al cuarto, éste no se ha calentado lo suficiente para que sea agradable estar aquí (tendré que dormir con varias capas de ropa). Aun así, estoy en la habitación porque tengo que lavar ropa y pegarme una buena bañada. Cuánto deseaba ese baño caliente, pero de la ducha salió agua apenas tibia que más bien lo enfriaba a uno. Creí poder montar en FacebookTM todo lo que había escrito los días anteriores en el campamento WISSARD, pero la conexión de internet en el cuarto es demasiado lenta y solo pude bajar un “episodio”.
Paz. Marino.

Foto 4.60. Caminando hacia el Hercules que nos llevaría de regreso a McMurdo. Fuente: foto del autor.

Foto 4.61. Cargando el C130 para nuestro retorno. Fuente: foto del autor.

Foto 4.62. En el campo de aterrizaje de aviones Hercules en Whillans. Fuente: foto del autor.

Foto 4.63. Arrastrando la carga y equipaje del campamento Whillans hacia el avión. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Sandra Poveda Yock:
Qué bueno que ya regresaron a la base.
Ana Victoria Herrera Morera:
Las fotos bellas! A disfrutar baños calientes, comidita y un mayor confort, aunque sin video de "noches de rock".
Ligia Maria Estrada Alfaro:
Don Marino, cómo me van a hacer falta sus comentarios...
Maria Martinez:
Maravillosa experiencia...! Y ya pronto podrá disfrutar el solcito rico de Costa Rica.
Alfredo Conejo:
Excelente, don Marino Protti !!! Son espectaculares tus resúmenes!!!
Cecilia Ramirez Valerio:
Muchas gracias por compartir toda esta experiencia y el mantenernos informados. Es maravilloso.
Klaus Neumann:
Great story, and great story telling! (and thanks to translations).
Ana Elena Vargas Gonzalez:
Ya casi no salgo del face... Me encanta estar leyendo sus resúmenes... Lo felicito.
Sandra Solis Umaña:
ES UNA EXPERIENCIA MARAVILLOSA Y MUY RICA EN CONOCIMIENTO A NIVEL MUNDIAL. MIL FELICIDADES, MARINO!
Martha Henríquez Cabezas:
Creo que saldría bien una peli de interés científico, Marino.
5 de febrero del 2013. Día 30 en Antártida.
El cajón y el frío.
McMurdo, Antártida (-12 °C, -22 °C con la sensación del viento).
Martes 5 de febrero, 9:30 a. m.
Les envío fotos del “cajón”, por adentro y por afuera. Anoche dormí con dos capas de ropa y aún con frío. La habitación nunca se calentó. No puedo creer que estuve en el interior de la Antártida, acampando sobre la nieve, y que realmente sintiera frío solo en el avión de vuelta y en mi habitación en McMurdo. Espero que en el transcurso del día se llegue a calentar el cuarto.
Después de desayunar tuvimos la reunión matutina de WISSARD en la que nos informaron que la situación con los vuelos de regreso a Christchurch es complicada porque, normalmente, ya para finales de enero las pistas de aterrizaje están en condiciones para recibir aviones con ruedas (no esquíes) y esos pueden sacar mucha gente a la vez. Este año ha sido particularmente diferente en las condiciones del tiempo y aún éstas no son las propicias para el aterrizaje y despegue de esos aviones. Aunque estamos en lista para salir mañana, las condiciones podrían cambiar. Cambia, todo cambia, aquí en Antártida.
Ya fui a recoger, ordenar y entregar el kit de dormida de campo (saco de dormir, dos aislantes térmicos para el suelo, una almohada, una cobija y la botella para orinar). Ahora estoy en el laboratorio Crary preparando más episodios de esta bitácora para subir en FacebookTM. Todavía les debo el lapso del trabajo de campo, tengo que seguir rescatándolo del registro fósil en mi memoria.
Paz, Marino.

Foto 4.64. El “cajón” por dentro, con sus camarotes, alimentos y “dormilones”. Fuente: foto del autor.
Maria Martinez:
Brrrrrrrrrrr... demasiado frio. ¡Yo prefiero the tropical zone!

Foto 4.65. El otro extremo del “cajón” con la cocina y su alacena. Fuente: foto del autor.

Foto 4.66. El “cajón” por fuera. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Ana Victoria Herrera Morera:
Bueno, Marino, "buscando y ordenando" en la memoria es un buen ejercicio anti-olvido. Así es todo, condiciones para entrar, ahora para salir. Paciencia!
Tom Marshall:
Envía el registro fósil.
Maria Martinez:
Entonces cuesta llegar a Antártida y cuesta salir. Está como la canción: SalsiPuedes.
Maria Martinez:
Buen viaje de regreso, Dr. Marino Protti.
Cecilia Ramirez Valerio:
Espero que se te haya calentado el cuarto un poquito y que pronto te acostumbres al frío que será tu compañero por algunos meses.
Meilyn Segura Vásquez:
Excelente, Marino!!! Qué hermosa experiencia. Lo felicito.
Eduardo Ramírez Ruiz:
¡Qué bueno que todo ha ido saliendo! ¡Caminante no hay camino, se hace camino al andar...! Felicidades!!!!
Arribadas Ostional Guanacaste Costa Rica:
Dios te traiga de regreso pronto a casa.
Martha Henríquez Cabezas:
Es una experiencia fuera de serie, Marino, creo que podrían hacer hasta una película sobre este viaje... Saludos y bendiciones...
Aída Bogantes Sáenz:
Marino, esto lo he vivido como si estuviese ahí. Ha sido y es maravilloso; lo de orinar en botella fue algo entre cómico y algo difícil. Dios te cuide y podamos seguir compartiendo tus excelentes vivencias calificadas de educativas.
Maria A. Protti Q:
Ojalá se caliente la habitación.
5 de febrero del 2013. Día 30 en Antártida (continuación).
Estación Científica McMurdo, Antártida (-13.2 °C).
Martes 5 de febrero del 2013, 9:30 p. m. (hora Local).
Hoy fue toda una montaña rusa de emociones. Desperté creyendo que este sería mi último día en Antártida. Cuando salí de la reunión matutina de WISSARD ya estaba anunciado de que podría no salir mañana, pero no estaba preparado psicológicamente para tener que pasar aquí algunos días más, porque creía tener un campo seguro. A mitad de la mañana nos dijeron que el vuelo de mañana estaba todo reservado para italianos que vienen de la base Terra Nova y que ellos tienen prioridad, con base en algún acuerdo firmado por ambos países. Ya no me quedaba más que iniciar esa preparación psicológica.
Mi colega italiano de WISSARD, Carlo Barbante, que viajaría con nosotros mañana y que debía quedarse en McMurdo, estuvo llamando a Terra Nova para ver si lo podían incluir a él en ese grupo de italianos. Le dijeron que no. A mitad de la tarde volvió a llamar para insistir en su necesidad de volar mañana y le dijeron que las condiciones del tiempo en Terra Nova no eran muy buenas para volar a McMurdo hoy en la noche y dejar a los italianos (nueva posibilidad para mí de salir mañana); la otra opción era llevarlos de Terra Nova a Pegasus temprano en la mañana para abordar el vuelo a Nueva Zelanda (pierde peso mi posibilidad de salir mañana). Antes de la cena llamaron a Carlo de Terra Nova y le dijeron que ya no saldrían esta noche hacia McMurdo. Como todavía existía la posibilidad de que no vinieran mañana, nos dijeron que preparáramos todo para salir mañana. “Preparar todo” significa ir la noche antes del vuelo (hoy a las 8:00 p. m.) a uno de los edificios de McMurdo con todo el equipaje que va a llevar uno, pesarlo y dejarlo ahí. También pesarse uno con toda la ropa para clima extremo y con el bolso de mano. Me fui soplado a la habitación y preparé todo. Luego fui a cenar y por curiosidad me fijé en la pantalla del comedor que anuncia los vuelos y quienes deben ir a pesarse (los que volarán o tienen posibilidad de volar mañana) y todos los WISSARDS estaban en la lista menos yo. Otra vez perdí la ilusión de salir mañana.
Después de cenar, como a las 7:30 p. m., me fui al cuarto, saqué la computadora y me vine al laboratorio Crary. Al revisar los correos electrónicos me encontré con uno que me pedía que fuera a pesarme para el vuelo de mañana. Creí que era un error porque lo enviaban a todos los WISSARDS, pero, por si acaso, fui a la habitación, saqué todo, me puse el disfraz para el frío y me fui al edificio específico a pesarme. Ahí estaba todo el mundo, yo hice fila y no le dije a nadie que podría estar “colado”. Para mi sorpresa, al llegar al mostrador había una hoja pegada en la pared con la lista de gente que volaría (o podría volar) mañana y estaba yo. Pesé el equipaje, me pesé a mí y aquí estoy en el laboratorio Crary recordando y registrando los días de hiato[5] mientras espero que me dé sueño para ir a acostarme. Veremos qué pasa mañana si se presentan o no los italianos.
Desde ayer, hay un barco rompehielos ruso frente a McMurdo que está abriendo vía para los barcos de combustible y de carga que sacarán todo el equipo, muestras de todos los proyectos y la basura de McMurdo de esta temporada. Comparto con ustedes tres fotos que tomé desde el laboratorio Crary.
Paz sobre la Tierra.

Foto 4.67. Un rompehielos ruso “abriendo trocha” en el estrecho de McMurdo. Fuente: foto del autor.

Foto 4.68. Rompehielos ruso “abriendo trocha” en el estrecho de McMurdo. Fuente: foto del autor.
Martha Eugenia Araya Vargas:
Esta foto está preciosa.

Foto 4.69. Otra vista del Rompehielos ruso “abriendo trocha” en el estrecho de McMurdo. Fuente: foto del autor.
Comentarios:
Gerardo Mondragón-barahona:
Qué emoción, ya casi inicia el regreso. Suerte y que Dios te acompañe.
Ana M. Vargas:
Suerte y bendiciones... Q todo te salga bien...
Meilyn Segura Vásquez:
Que tengas un buen regreso a casa y que Dios te acompañe en todo momento. Bendiciones y éxitos!!!
Eduardo Ramírez Ruiz:
La odisea parece estar llegando a su final, y con éste, la satisfacción de una experiencia única vivida y convertida en riqueza que te acompañará el resto de tu existencia. Tus nietos tendrán un abuelo que les contará historias, que casi ningún abuelo puede contar. Suerte en lo que queda de camino!
Zhandra Tika:
Cuántas emociones!! Sin duda esta ha sido la mejor experiencia de nuestras vidas!! Gracias. Feliz viaje de regreso, y que Dios lo acompañe!!
Dora Cerdas :
Mucha suerte con todo Marino.
Ana Jimenez:
Gracias a Dios que lograron realizar su proyecto!!! Feliz regreso a casa!!! Nos harán falta los reportes desde la Antártida, pero sabemos que las aventuras llegan a su fin y comienzan otras. Así que mucha suerte con las que vengan!!! Gracias por compartir con todos los ticos sus logros!!!
Alexandra Mora Morales:
Gracias, don Marino por hacernos partícipes de esa fantástica misión. Dios los proteja de regreso.
Sandra Poveda Yock:
Que Dios los acompañe, feliz regreso. Va a tener que seguir contándonos de su trabajo, ya estamos mal acostumbrados. Bendiciones.
María Sibaja:
Buena suerte para el regreso y que Dios te acompañe. Un cálido abrazo.
Marielos Miranda Palma:
Suerte y bendiciones.
Ana Victoria Herrera Morera:
Vas a salir, verás que sí. Feliz regreso y todo pasa en el momento exacto! Un abrazo! Cuídese mucho !
Virgilio Sanchez Romero:
Feliz regreso, pronto lo logrará.
Febrero 6. Día 31 en Antártida.
Continua el sube y baja de emociones.
McMurdo, Antártida (-9.8 °C).
Miércoles 6 de febrero del 2013, 9:30 a. m. (hora local).
Desde las 5:30 a. m. estaba levantado. Fui a desayunar a las 6:00 a. m. y a las 7:15 a. m. estaba donde debía estar, listo para abordar al Ivan The Terra Bus con destino a Pegasus. Nos tuvieron a 40 personas esperando como media hora hasta que por fin llegó alguien y dijo: “A los que llame pasen por aquí y a los que no, se quedarán en McMurdo hasta que sean enlistados en un nuevo vuelo”. Y llamaron a solo 6. Los italianos habían llegado a las 7:30 a. m. a Pegasus. Aquí estaré por lo menos un día más.
Paz, Marino.
Comentarios:
Sandra Poveda Yock:
Sólo esperar el momento adecuado, buena suerte.
Maria Martinez:
Bueno, es un gran privilegio estar en la Antártida. Solo unos pocos mortales tienen esa gran dicha, así que Dr. Protti disfrute un día más en McMurdo. Saludos y buen viaje de regreso a the tropical zone.
Allan Gamboa:
El momento del regreso llegara cuando debe de ser, Don Mariano. Feliz regreso, es usted un orgullo para el país.
Teresita Trigueros:
Todo va a salir bien.
María Sibaja:
Donde manda capitán no manda marinero.
Eduardo Ramírez Ruiz:
¡La paciencia todo lo alcanza!
Marielos MirandaPalma:
Gracias, Marino, por compartirnos su experiencia. Que Dios lo bendiga.
Gerardo Mondragón-barahona:
Paciencia, paciencia, ya casi se viene... En el otro vuelo.
Monica Gamboa:
Paz, don Marino!!!
Monica Rios Moscoso:
Gracias por compartir día a día sus experiencias, siga adelante y que Dios lo bendiga y llene de paz!
Sandra Lidiette Alfaro Carranza:
Dios sabe por qué hace las cosas!
Eugenia Gutiérrez Arguedas:
Paz, Marino Protti, te están poniendo a prueba!
Lilly Muñoz Bolaños:
El destino está trazado, ya pasaste esa bella experiencia que ha sido todo un capítulo en tu vida, ahora espera unas horas más y se van resolviendo las cosas poco a poco. Que nada te robe la paz, Dios te conforte.
Maria A. Protti Q:
Que la salida de McMurdo sea cuando el tiempo sea propicio. Que en el equipaje virtual y sentimental vengan todos los recuerdos del frío y del trabajo científico, del bolsito de café de CR, del happy camper, del happy feet cambiando pelaje, de las esperas y alistadas, desalistadas y desesperas, del vuelo en congelador, de los huecos donde instalaron equipos y demás. Que los equipos transmitan y sean insumo para registros e investigaciones. ¡¡¡QUE MUY PRONTO estés por el calorcito tico!!!
Acotación:
Artículo en National Geographic sobre el trabajo de WISSARD
6 de febrero del 2013. Día 31 en Antártida (continuación).
Registro mental del trabajo en el campamento.
McMurdo, Antártida (-11.3 C).
Miércoles 6 de febrero del 2013, 10:20 p. m. (hora local).
Lo ofrecido es palabra y aquí les envío lo que pude extraer de mi registro fósil mental correspondiente a los días de trabajo lejos del campamento WISSARD en Whillans. Es muy probable que mañana en la mañana salga hacia Christchurch, Nueva Zelanda. Si me acuerdo de algo o tengo más fotos o videos que compartir, lo haré de camino a Costa Rica, en los lugares donde tenga acceso a internet. Antes los dejo con algunas fotos y un video de hoy desde Hut Point.[6]
Paz, Marino.

Foto 4.70. Hut Point al final del verano austral. Fuente: foto del autor.
Maria A. Protti Q:
Imponente.

Foto 4.71. Rompehielos ruso en el muelle de McMurdo. Fuente: foto del autor.

Foto 4.72. Lo que deja el buque rompehielos a su paso. Fuente: foto del autor.
Paul Delgado Alpízar:
Cuánto tiempo permanece derretida esa parte del mar?
Marino Protti:
La Plataforma Helada de Ross no se descongela. Es hielo de agua dulce que baja de la Cordillera Transantártica, más el que se acumula en superficie por precipitación en forma de nieve. Toda esa masa de hielo, que hay en Whillans tiene 800 m de espesor, flota sobre el Mar de Ross.
Ana Victoria Herrera Morera:
Cuando se ven estas Grandezas de la Naturaleza, se da Gracias a Dios de tener ojos sanos!
Martha Eugenia Araya Vargas:
Me encanta esta foto.

Foto 4.73. El espacio de mar entre los bloques de hielo comienza a congelarse de nuevo. Fuente: foto del autor.
Ana Victoria Herrera Morera:
Es como un rompecabezas!
Martha Eugenia Araya Vargas:
Esta también wow.
Comentarios:
Anónimo No. 13:
Bello lugar, d verdad q sí, bendiciones...
Gerardo Mondragón-barahona:
Feliz retorno. Tarea cumplida, Marino. Buen viaje de regreso a CR.
Eugenia Gutiérrez Arguedas:
Gracias, Marino Protti. Bellísimo lo que compartes! Te esperamos de regreso!
Alexandra Mora Morales:
Bellas fotografías!!! Buen viaje de regreso a su calientito país.
Monica Gamboa:
Suerte y buenas vibras!!
María Esther Martínez:
Muchas gracias, Marino, por compartir fotos preciosas y feliz retorno a casa, acá está bien caliente el clima, que Dios lo traiga con bien. Saludes!!
Sandra Poveda Yock:
Que Dios le siga acompañando hasta su casita.
Ana Victoria Herrera Morera:
Están bellas las fotos! Que disfrutes tanto el regreso al terruño como tu estadía allá! Que Dios te cuide y te traiga con bien!
Floria García Elizondo:
Que Dios te acompañe en este viaje de retorno, y después, en calma, tenés que pensar en la posibilidad de publicar todas estas maravillas que has compartido con nosotros, un abrazo.
Miguel Zamora:
Suerte, le deseo lo mejor, mi admiración.
Gabriela Hernández:
Me encantan sus fotos, don Marino, qué travesía, qué maravilloso poder disfrutar de todo esto gracias a usted que nos comparte su experiencia, hasta con lujos y detalles, muchas gracias, mucha suerte y mucho éxito siempre.
Ana Marietta Lewis:
Hola Marino, muchas gracias por compartir la información, muy interesante. Poca gente hace lo que usted amablemente nos ofrece. Sigue adelante. Saludos.
Olga Arce Rodríguez:
Hola. Preciosas fotografías, un abrazo.
Karol Carrillo Cambronero:
Bendito Dios q todo ha salido bien. Mucha suerte en el regreso.
Familia Villalobos Rosales:
Don Marino Protti, usted debe escribir un libro de esta maravillosa experiencia, yo compro, estoy muy emociona siguiendo paso a paso su experiencia.
Alfredo Conejo:
Fotos de paisajes espectaculares!!! Gracias don Marino por compartirlos con tu pueblo...
Emilia Gutierrez Polinaris:
Don Marino Protti, usted es un orgullo para COSTA RICA...
Lidiette Vargas Protti:
Me parece una excelente idea la sugerencia que te hace la Familia Villalobos Rosales. Saludes Primo, regreso placentero!
Monica Rios Moscoso:
Excelentes fotos...! Para el recuerdo...!
Yolanda Quesada Arrieta:
Felicidades, Marino, están súper lindas las fotos.
Angel Lara Alvarado:
Marino, he estado pendiente de ud y estoy seguro de su labor exitosa. Percibo mucho optimismo en ud. Por todos los mensajes noto cuánto lo quieren. Sus despedidas sugieren paz no solo en el ser sino en el mundo. Como repitiendo con Debravo que el amor bajo el mundo está creciendo. Lamentablemente educar para la paz no se da en un solo paso.
Allan Oviedo Peñaranda:
Todo Costa Rica está orgullosa de ti. Feliz regreso, que Dios lo acompañe.
Martha Henríquez Cabezas:
Es realmente impresionante, Marino!!
Arlette Bolaños Barquero:
Cada foto y cada narración, hace erizar mi piel. ¡Gracias don Marino por compartir todo esto!
Anónimo No. 7:
Imágenes asombrosas, gracias mil y bendiciones.
María Sibaja:
Gracias por continuar con tu labor de instruirnos. Estoy fascinada, ya que siempre pensé que en algunos de mis viajes iría por esos lados y bueno, se ve que es difícil, por eso me he identificado con tu jornada de investigación. Un aprendizaje increíble. Un millón y nos vemos por los caminos de la vida...

Foto 4.74. Socializando en McMurdo luego del trabajo de campo. Fuente: fotografía de Grace Barcheck compartida en:

Video 4.3. Vista panorámica desde Hut Point, Ross Island, Antártida. Post de Marino Protti en Facebook™.
https://www.facebook.com/100050634872711/videos/262966762727533
Comentarios:
Teresita Trigueros:
Qué belleza!
Alejandra Coto Alfaro:
Me encantan esos malls en forma de montaña jeje.
Maria A. Protti Q:
Impresionante.
Ileana Patricia Meza Calvo:
Wow!! Qué maravilla, qué bendición ver esos lugares tan especiales.
Manrique Esquivel:
Hermoso!!! Inspirador!!! Conmovedor!!! Gracias Marino.
[1] N. del E.: El verbo “bretear” es un costarriqueñismo que significa “trabajar”.
[2] N. del E.: En este caso, el verbo “volar” tiene la acepción de realizar una acción de manera ininterrumpida, es decir, usar la pala de forma continua.
[3] N. del E.: La expresión “quitado(a) para el brete” se usa en Costa Rica para hacer referencia a una persona a quien no le gusta trabajar o no se esfuerza lo suficiente en el trabajo. Por lo que el comentario quiere decir que el autor y sus colegas están dispuestos a trabajar duro.
[4] En el 2014, durante la primera de sus dos expediciones a la Antártida, Esteban Chaves, costarricense y compañero del OVSICORI-UNA, quien estaba haciendo su doctorado en la UCSC, encontró las Guayabitas. ¡No puedo imaginarme su sorpresa! del E.: Las Guayabitas son golosinas costarricenses que consisten en una una barra de jalea de guayaba con una cobertura de chocolate. Gallito es la marca comercial.
[5] Un hiato es un espacio de tiempo en el que no queda registro geológico (histórico).
[6] En el orden original en el que se subieron a Facebook™ las entradas de mi bitácora seguían entonces las narraciones del trabajo de campo realizado en el campamento de Whillans y en el campamento del grounding line. Sin embargo, decidí variar esa cronología original para darle a las entradas un orden cronológicamente correcto en este libro.