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El proyecto WISSARD y su relación con el terremoto de Nicoya del 5 de septiembre del 2012

Mis dos expediciones a la Antártida, en enero de 2013 y de octubre a diciembre de 2016, estuvieron enmarcadas y financiadas como parte del proyecto WISSARD (Whillans Ice Stream Subglacial Access Research Drilling, o Perforación Científica de Acceso Subglacial del Flujo de Hielo de Whilians, en español). Ese proyecto buscaba, y logró, la perforación del glacial de Whillans en Antártida Occidental, un glacial de 800 m de espesor, para acceder a un lago de agua líquida, sepultada bajo ese espesor de hielo. Se buscaba estudiar sobre las condiciones físicas e hidrogeológicas del lago, así como conocer si existe alguna forma de vida extremófila que evolucionó bajo esas condiciones.

WISSARD, proyecto financiado por la Fundación Nacional de Ciencias de los EE. UU., incluyó a 14 grupos con diferentes intereses científicos, de 8 instituciones de EE. UU., agrupados en tres subproyectos: LIZZARD (Lake and Ice Stream Subglacial Access Research Drilling), RAGES (Robotics Access to Grounding-zones for Exploration and Science), y GBASE (Geomicrobiology of Antarctic Subglacial Environments) (Priscu Research Group, s. f.).

En el proyecto WISSARD participaban alrededor de 250 personas con formación en química, bioquímica, geoquímica, biología, microbiología, geodesia, robótica, geofísica y perforación, entre otras. Fui parte del grupo de geofísica de la Universidad de California en Santa Cruz, la componente más pequeña y enmarcada en el proyecto NSF ANT – 1043784, financiado a la Dra. Susan Scwuartz.

Nuestro trabajo fue instrumentar el pozo con sismómetros a diferentes profundidades, una vez que las otras personas investigadoras terminaran sus muestreos. Instrumentamos además en superficie, en los alrededores del pozo e instalamos una red de sismómetros a unos 100 km al sur del pozo. También se le dio mantenimiento a una red de estaciones de GPS instaladas en años anteriores (desenterrar las cajas de equipo, sepultadas por uno o dos metros de hielo, cambio de baterías y recuperación de datos). El objetivo de estas redes era monitorear y documentar el desplazamiento del glacial de Whillans, el cual se carga en la Cordillera Transantártica y fluye sobre el basamento rocoso del continente antártico hacia el norte, a una velocidad de alrededor de 400 metros por año, para terminar flotando sobre el Mar de Ross. Dos veces al día, cuando sube la marea, el frente del glacial se levanta y se desacopla del contacto con el basamento rocoso, lo que genera un deslizamiento súbito del glacial, del orden de 60 cm (Fig. 1.5).

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Figura 1.5. Diagrama ilustrativo (sin escala) del mecanismo de deslizamiento, dos veces por día, del glacial de Whillans, similar al que ocurre en zonas de subducción. Fuente: creación propia del autor.

Un desplazamiento similar, de 60 cm, fue el que experimentó la península de Nicoya hacia el suroeste, como consecuencia del terremoto del 5 de septiembre de 2012, y el mismo se repite cada 50 a 60 años. El proceso de deslizamiento y mecanismo de ruptura es muy similar entre lo que pasa en Whillans y lo que ocurre bajo la península de Nicoya, pero la relación temporal es muy diferente, ya que la convergencia entre la placa del Coco y la placa del Caribe, bajo la península de Nicoya (8 cm/año), es 500 veces más lenta que el desplazamiento del glacial de Whillans. Es por eso por lo que la posibilidad de registrar dos “Nicoyas” por día, en lugar de cada 5 a 6 décadas, aunque no fuera por interacción roca-roca sino hielo-roca, significaba una oportunidad maravillosa para obtener más datos y contribuir al entendimiento de la física de terremotos.